¿Cómo ser más felices gracias a la filosofía?

La felicidadLa filosofia puede guiarnos hacia la felicidad tal y como Alain de Botton nos muestra en su documental Philosophy – A Guide to Happiness, donde repasa la visión de seis filósofos clave para aprender a tener una vida más plena:

1.- Sócrates

Sócrates no creía que tomar decisiones basado en la opinión de la mayoría fuese la estrategia más acertada (i.e. democracia), sino que las decisiones debían tomarse basadas en los argumentos más sólidos. La mayoría no siempre tiene la razón y por ese motivo nos anima a analizar racionalmente nuestras opiniones. En el momento que tenemos una creencia (e.g. no puedo ser feliz si no tengo un gran salario), debemos intentar buscar ejemplos que refuten esa idea y en caso de encontrar (e.g. puedo ser feliz con un trabajo que me llene), volver a re-formular la creencia para encajar las excepciones (e.g. no puedo ser feliz sin un gran salario o sin un trabajo que me llene). Este proceso debe continuar hasta que no seamos capaces de encontrar más contra-ejemplos, en ese momento tendremos una opinión mucho más sólida.

2.- Epicuro

El consumismo nos empuja a creer que para ser felices debemos tener posesiones (e.g. dinero, un buen coche). Tendemos a buscar la satisfacción en productos materiales externos a nosotros mismos. Epicurus defendía que el fin de la vida humana es procurar el placer y evitar el dolor, aunque siempre de forma racional (i.e. evitando los excesos que provocan sufrimiento posteriormente). Sin embargo, según Epicuro, la felicidad no depende de factores monetarios externos sino de los siguientes tres aspectos fundamentales:

  • Disponer de amigos con los que compartir momentos y actividades.
  • Tener libertad e independencia de lo que otras personas piensan (i.e. no tener que demostrar nada a nadie).
  • Disfrutar de una vida reflexiva que nos permita tener un espacio personal para analizar todo aquello que nos ocurre.

3.- Séneca

En nuestra sociedad es fácil ver a nuestro alrededor personas llenas de cólera (e.g. atasco de tráfico), incluso nosotros mismos lo experimentamos cuando las cosas no salen como esperamos. Séneca creía que la cólera viene originada por una visión no ajustada a la realidad (e.g. esperamos que todos los conductores hagan todas sus maniobras sin cometer errores). Una forma de combatir la cólera es estar mentalmente preparados para que no siempre todo salga bien, una visión menos optimista del mundo puede ayudarnos a afrontar mejor los desafortunados imprevistos.

4.- Montaigne

Estamos rodeados de modelos muy poco realistas, los estándares de belleza promovidos en nuestra sociedad pueden llegar a estar tan alejados de la realidad que requerimos constantemente de programas informáticos para la manipulación fotográfica. También vivimos entre tabús y prejuicios que limitan nuestra visión de las vidas de otras personas (e.g. hasta el más alto mandatario de un país también se tiene que cortar las uñas de los pies). Las comparaciones con estos modelos irrealistas son contra-producentes y pueden incluso derivar en alteraciones alimenticias, problemas sexuales, etc.

En este sentido, Montaigne señala que los animales llegan a ser más sabios que los humanos. Ellos aceptan su cuerpo sin vergüenzas y tienen una relación mucho más natural que nosotros. Por otro lado, las personas también tenemos una fuerte opinión de lo que es normal y lo que no, llegando a atacar todo aquello que no encaja con nuestra visión. Montaigne defendía que la sabiduría se encuentra en aquellos que se aceptaban a si mismos y abrazaban las diferencias de los demás.

5.- Schopenhauer

El amor es visto por Schopenhauer como el resultado de la necesidad biológica de reproducirnos como especie y no tiene porque estar vinculada necesariamente a la felicidad. Es por este motivo que en ocasiones podemos enamorarnos de personas con las que, por ejemplo, discutimos periódicamente. Puede que esa persona no nos haga plenamente feliz, pero a nivel biológico inconscientemente creemos que una combinación de nuestros diferentes genes seria positiva.

Ciertamente el romanticismo idealizado al que estamos acostumbrados se ve reducido con la visión de Schopenhauer. Sin embargo, este planteamiento también permite ver ciertas rupturas de parejas desde otro ángulo. La persona que decide abandonar una relación lo podría estar haciendo motivada por razones biológicas (i.e. inconscientemente considera que puede encontrar otra persona más idónea con la que combinar sus genes), es decir, por nuestra identidad biológica. Por tanto no tiene sentido interpretarlo como un rechazo a nuestra identidad psicológica, a nuestro yo cognitivo.

6.- Nietzsche

Nietzsche nos enseña que debemos aprovechar el sufrimiento para crecer y aprender, ignorarlo o esconderse detrás de creencias poco racionales no nos va a permitir beneficiarnos de esa experiencia. Es así como podemos aprovechar la inercia de un fracaso para volver a resurgir con mayor fuerza y conocimiento.

 

 

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